Mi Primer Solo Trip: Desde Galicia al Norte de Portugal

Nunca había viajado solo. Y mucho menos acampado solo. Pero había algo dentro de mí que me pedía aventura, algo que solo podía encontrar si me lanzaba a la carretera sin compañía. Así empezó todo.

Salí de Galicia con la moto cargada y la ruta en mente: el TET (Trans Euro Trail) del norte de Portugal. Desde los primeros kilómetros me sorprendí con caminos espectaculares, paisajes que parecían sacados de una postal y un clima que no podía haber sido mejor. Ningún día me llovió, lo que hizo que la experiencia de acampar fuera mucho más cómoda y disfrutable.

Nunca había acampado solo, pero poco a poco le fui cogiendo el gusto… tanto, que las 6 noches que pasé en ruta se me hicieron cortas. Una de ellas fue especialmente mágica: acampé en uno de los picos más altos de Portugal, en la Serra da Estrela. Allí, a finales de marzo, me encontré con nieve, un contraste precioso con el sol que me había acompañado durante el día. Dormir tan alto, rodeado de ese silencio y ese paisaje, fue una sensación que no olvidaré jamás.

La primera noche: yo y la nada

La primera noche acampando solo fue… brutal. No sabía qué esperar, y lo que sentí fue una mezcla de soledad absoluta y una adrenalina difícil de describir. Estar en mitad de la naturaleza, sin más compañía que mi tienda, mi moto y mis pensamientos, me hizo sentir pequeño y enorme a la vez. Es en ese tipo de momentos donde uno realmente se encuentra consigo mismo.

Encuentros que valen oro

Durante esos cinco días no solo recorrí caminos y montañas, también conocí a personas maravillosas que hicieron que la experiencia fuera aún más especial:

• Pati y Koen, dos almas viajeras con quienes conecté al instante.

• Miguel, de Moto Sena, un mecánico de corazón grande que me salvó el viaje arreglándome el embrague de la moto cuando más lo necesitaba.

Estos encuentros no estaban en el plan, pero son justo lo que hace que un viaje como este sea inolvidable.

¿Nunca has viajado solo? Te lo recomiendo

Si estás leyendo esto y nunca has hecho un viaje solo, te animo a que lo hagas al menos una vez en la vida. La sensación de libertad, de reto personal, de descubrimiento constante… no se puede explicar con palabras. Se tiene que vivir.

Eso sí, te aviso: engancha.

¿Quieres ver más?

He documentado esta aventura en mi canal de YouTube. Si te apetece ver cómo fue esta locura desde dentro, te dejo el enlace para que lo vivas conmigo:

https://youtu.be/YFUm82DiykA?si=xXIYKivCrl0JkPUE